Hasta ahora se tenía dado por seguro que el camarín de la Virgen de Belén en su ermita fue hecho en el año que figura en la inscripción de la reja del presbiterio. Sin embargo, con el documento que presentamos se revela que en realidad se terminó en el año 1720, y para que el pueblo lo festejase gozosamente se determinó celebrar una corrida de toros. Pero el júbilo se trastocó en discordia cuando una facción de personas planteó que los toros no se hicieran en la plaza pública, como era costumbre, sino en un espacio abierto a las afueras de la población. Como tantas veces pasa, los intereses particulares se anteponían al bien público para que la felicidad se enturbiase.
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