Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Resumen de Clima social en Villanueva de La Serena ante la invasión napoleónica

Víctor Guerrero Cabanillas

  • A lo largo de la tarde y noche del 28 de marzo de 1809, perdida ya la llamada batalla de Medellín, los soldados españoles trataron de buscar refugio en los pueblos y montes más próximos. Los ataques indiscriminados de los franceses determinaron que, también, los vecinos abandonaran sus residencias para poner tierra por medio. Don Benito y Villanueva de la Serena quedaron despoblados. En el curso de esta diáspora nacería, cerca de Valle de la Serena, Juan Donoso Cortés, precisamente. Los feroces soldados franceses de Latour-Maubourg, a lomos de poderosos caballos percherones, tenían órdenes de no hacer prisioneros en 24 horas de manera que degollaban o remataban a cuantas personas hallaron a su alcance para vengarse de la “degollá” de Miajadas del 21 de marzo.

    Mujeres, jóvenes y ancianos encontraron así la muerte en sus propias casas o en las calles mientras huían, al tiempo que edificios y viviendas fueron saqueados e incendiados.

    Tal sucedió con la ermita de Nuestra Señora de la Piedad, en Don Benito y con el Palacio de los priores de Villanueva de la Serena que, tras los acontecimientos de la tarde y noche del 28 al 29 de marzo quedaron completamente arrasados.

    “Talando, robando, quemando y matando” entraron en Villanueva de la Serena los franceses, escribiría un testigo presencial, Liborio Tudela Ramos, alcalde mayor de la villa, miembro de la Junta de Defensa del partido de La Serena, desde Campanario, aquella misma noche. En realidad, todos los miembros, que no tenían vocación de héroes a lo que pudo verse, huyeron recalando el 3 de abril en Hinojosa del Duque desde donde darían señales de vida. Bueno, todos no, su presidente de honor que lo era el prior de Magacela, frey Don Francisco de Granda y Rivero, previsoramente, a primeros de marzo, se había marchado a Mérida.

    Un inventario de los objetos de valor contenidos en el inmueble y su iglesia, parecida según Barrantes a la del Palacio Real en Madrid, de noviembre de 1804, promovido tras su nombramiento como prior, nos permite conocer con bastante aproximación la magnitud de la destrucción y el expolio.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus