No sin mi mascota. Si la máxima que persiguen los hoteles de hoy en día es la de hacer que los huéspedes se sientan como en casa, esta casa tendrá que tener atenciones especiales para los más fieles compañeros de viaje. Ya sea en plena naturaleza, al borde del mar o en la ciudad, Las exigencias son las mismas: que también ellos puedan disfrutar de las vacaciones, cuando en estos alojamientos el cliente ladra, es de felicidad.
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