En la sociedad moderna se tiende a pensar que lo que no se cuenta no existe. Esta afirmación es real en un alto porcentaje, lo que confiere una gran responsabilidad a los medios de comunicación a la hora de elaborar y difundir su trabajo. Sin duda, la libertad de expresión y la libertad de prensa son pilares esenciales de un sistema democrático en sentido estricto. Son imprescindibles para que los ciudadanos puedan estar bien informados, sean capaces de formarse su propia opinión y actuar en consecuencia. Sin embargo, hay otras libertades fundamentales de los ciudadanos que no pueden verse ignoradas, que no pueden dejar de respetarse por el recurso fácil a la libertad de expresión o de prensa.
Es decir, los periodistas y los medios de comunicación deben cumplir, como cualquier otro profesional, los compromisos inherentes a su ética y deontología a la hora de informar, analizar, comentar u opinar sobre la actualidad diaria que afecta o interesa a los ciudadanos. En el caso de la lucha contra el terrorismo, el compromiso y la responsabilidad deben aumentar por la delicadeza y trascendencia de lo que se cuenta en los medios de comunicación y en las redes sociales y por la manipulación extrema que los terroristas hacen de la propaganda, disfrazada de información, para conseguir sus macabros objetivos.
In modern society, we tend to think that what is not narrated does not exist. This is frequently a true statement and confers great responsibility on the media when it comes to formulating and disseminating their work. Undoubtedly, freedom of expression and freedom of the press are essential pillars of a truly democratic system. They are essential so that citizens can be well informed, able to form their own opinions and act accordingly. However, there are other fundamental freedoms of citizens that cannot be ignored, that cannot be disregarded by the easy recourse to freedom of expression or the press. That is, journalists and the media must meet, like any other professionals, the commitments inherent to their ethics and deontology when it comes to informing, analyzing, commenting or giving their opinion on the daily news that concerns citizens. In the case of the fight against terrorism, commitment and responsibility must be increased by the delicacy and transcendence of what is communicated in the media and social networks, and by the extreme manipulation that terrorists make of propaganda, disguised as information, to achieve their macabre goals.
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