Anabel Burbano, Benjamín Puertas
El presente es un diagnóstico situacional de los laboratorios clínicos del país, que busca evaluar el sistema de registro de los mismos, el recurso humano que allí labora y su idoneidad. Para el diagnóstico se consideró a todas las 21 provincias del país a las que se envió un Formulario de Recolección de Datos de Laboratorio y se pidió la información de los Catastros respectivos en el lapso de un año. Se realizó un seguimiento a través de llamadas telefónicas a las Direcciones Provinciales de Salud.
Apenas nueve de las 21 provincias entregaron la información catastral y 14 provincias los Formularios de Recolección de Datos. Solo cinco provincias enviaron la información tanto de Catastro como del Formulario. Carchi, Napo y Morona Santiago no enviaron ningún tipo de información.
Ninguna provincia proporcionó información catastral completa. Pichincha reportó el mayor número de laboratorios (78%). De un total de 1001 laboratorios registrados en los Formularios, 452 (46%) no contaban con permiso de funcionamiento. En Los Ríos, Pastaza, Esmeraldas, y Guayas, el porcentaje de laboratorios sin permiso de funcionamiento fue igual o mayor a 50%. Se observó una diferencia de 110 laboratorios (33%) entre los registrados en Catastro (329) y los laboratorios con permiso de funcionamiento que constan en los Formularios (219), siendo esta diferencia más notoria en algunas provincias. Los laboratorios clínicos ubicados en servicios de salud privados (93) representaron el 76,2% del total de los laboratorios con permiso de funcionamiento. Guayas tuvo el mayor porcentaje de profesionales con el perfil adecuado para manejar laboratorios clínicos (24,6%), seguido por Pichincha (24,3%).
El estudio evidenció la falta de regulación de los laboratorios clínicos en las provincias investigadas, al igual que una serie de omisiones importantes (infraestructura y recurso humano idóneo). Muchos de los laboratorios clínicos en las diferentes provincias participantes no contaban con permiso de funcionamiento. Existen laboratorios en servicios de salud privados que posiblemente no cuentan con el respectivo permiso. En general, los bioquímicos fueron los profesionales con perfil adecuado a cargo de la mayoría de laboratorios clínicos de las provincias del estudio, aunque preocupa el hecho de que muchos laboratorios eran manejados por personal de apoyo. No existe un sistema de información adecuado y se evidencia una falta de registro de laboratorios clínicos. El MSP no cuenta con una red de información intrainstitucional eficiente y no existe un adecuado control y vigilancia de los laboratorios clínicos ubicados dentro de servicios privados. Se evidencia un incumplimiento del marco legal en relación al buen funcionamiento de los laboratorios.
Es recomendable implementar un sistema de información automatizado en las Direcciones Provinciales de Salud y una red de información intrainstitucional. Se recomienda un censo de laboratorios clínicos en el Ecuador. Debe darse un proceso de revisión de los desfases en los niveles correspondientes y se debe garantizar la entrega de información por parte de todas las provincias. Es importante analizar, evaluar y mejorar el actual reglamento de funcionamiento de los laboratorios clínicos y que todos tengan el respectivo permiso de funcionamiento. Debido a la carencia de personal adecuado a cargo de laboratorios clínicos, se debería estudiar la posibilidad de un año de trabajo rural para los bioquímicos y químicos farmacéuticos que egresan de la facultad del país.
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