China y Rusia tienen una presencia creciente en América Latina. En el primer caso, es notorio el aumento de las inversiones para asegurarse el acceso a las materias primas, mientras que en el segundo juega un papel más importante la geopolítica. Estados Unidos mira esta dinámica como una potencial amenaza a sus intereses. Si las izquierdas fortalecían estos vínculos como un contrapeso al «Imperio», las nuevas derechas buscan lazos económicos sin definir estrategias y posibles tensiones geopolíticas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados