Leídas juntas, las frases que abren las dos estrategias de seguridad de la Unión Europea (UE) no pueden ser más dispares. En 2003, la Estrategia Europea de Seguridad (EES), redactada bajo los auspicios de Javier Solana, rezaba: “Europa no ha sido nunca tan próspera, tan segura ni tan libre”. Trece años después, la Estrategia Global de la UE (EGUE), actualmente en fase de implementación, transmite un panorama mucho más sombrío: “los objetivos, e incluso la propia existencia de nuestra Unión están en entredicho”. Mucho ha cambiado a nivel global, interno e institucional entre 2003 y 2016. Hoy, la UE ya no pretende proyectarse al mundo para transformarlo a su imagen y semejanza sino que se ha convertido en objeto de crisis internas e internacionales ante las que protegerse.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados