Ese arte de dulzón optimismo que va dando zapatetas de idiota y gritando: <>, es arte de estancamiento, que sólo pretende dar a la putrefacción aspecto de conserva sazonada con sal de chistes y pimienta de sensualidad. Ese arte es la pornografía espiritual; todo está bien porque yo estoy contento, nada hay que mejorar porque yo estoy bien. Arte antisocial porque no sabe ahondar toda la pesadumbre del dolor humano