Un país como la mitad de España no deja de ser una nadería para las dimensiones bárbaras que se gastan estas latitudes, sin embargo, este verdísimo tarro de las esencias del África ecuatorial concentra nada menos que la cordillera más alta del continente, las fuentes del Nilo que trajeran de cabeza a tantos exploradores decimonónicos y el privilegio de admirar a los últimos gorilas de montaña. Estos primos lejanos son para no pocos la razón de elegir Uganda. Y se equivocan, pues aquí les aguarda mucho más, eclipsados por Kenia y Tanzania, los safaris convencionales tienen poco que envidiar a los de sus célebres vecinos, ¡y sin gramo de masificación.
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