Los implantes estrechos se han establecido e investigado ampliamente, y constituyen una parte integral del espectro terapéutico. Frente a los inconvenientes de una menor capacidad de carga y las consiguientes limitaciones, existen ventajas notables que los compensan perfectamente. Por ejemplo, con frecuencia, un implante estrecho hace posible prescindir de un procedimiento de aumento. Además, su coste y la envergadura de la intervención son menores.
Dado que se reduce el traumatismo quirúrgico, muchas veces le resulta más fácil al paciente afectado tomar la decisión de someterse a una restauración implantosoportada. Las investigaciones científicas continuadas y la constante evolución de los implantes de diámetro reducido han contribuido a una ampliación del espectro de indicaciones, al aumento de su aceptación y a una mayor seguridad en su aplicación.
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