Arodi Tizoc Marquez, Karina Rivera Fierro, Ulises Rieke Campoy, Manuel Cruz Palomares
La reducción de daños se sugiere como un cambio de paradigma en atender al uso problemático de drogas, la meta del modelo es disminuir las consecuencias de la dependencia. La Organización Mundial de la Salud, hace hincapié en los servicios de reducción de daños como los programas de jeringas y terapia de sustitución de opioides y protección de los derechos humanos. El personal de enfermería, al ser frecuentemente el primer contacto con el cliente sano y/o enfermo, además de fungir como eje importante en el trabajo multidisciplinario, dentro de las intervenciones es factible que participen en estrategias de comunicación entre pares, provisión de servicios que mejoren la seguridad de los consumidores, apoyo en el tratamiento médico de sustitución para la dependencia de opiáceos y grupos de ayuda. En México, permean la falta de capacitación de recurso humano, poco recurso económico para programas de prevención y tratamiento de las adicciones, nulo desarrollo de programas gubernamentales bajo el modelo de reducción del daño, persistencia de estigma y discriminación en torno al uso y abuso de sustancias, lo anterior, ofrece un campo de capacitación, actualización e intervención para la profesión desarrollando actividades de detección temprana, promoción y educación para la salud.
Harm reduction is suggested as a paradigm shift in addressing problematic drug use, the goal of the model is to lessen the consequences of dependence. The World Health Organization emphasizes harm reduction services such as syringe programs and opioid substitution therapy and human rights protection. Nurses, as they are frequently the first contact with the healthy and / or sick client, besides acting as an important axis in the multidisciplinary work, within the interventions it is possible to participate in strategies of communication between pairs, provision of services that improve consumer safety, support in substitution medical treatment for opiate dependency and support groups. In Mexico, there is a lack of training in human resources, a lack of economic resources for programs to prevent and treat addictions, the lack of development of government programs under the harm reduction model, the persistence of stigma and discrimination in the use and abuse of substances, the above, offers a field of training, updating and intervention for the profession developing activities of early detection, promotion and education for health.
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