El corazón es un órgano de vital importancia para un organismo. Cuando se produce isquemia/reperfusión se desencadenan mecanismos de muerte celular que disminuyen el recuento de células contráctiles y que disparan la inflamación. Así pues, la funcionalidad del tejido se ve afectada. No obstante, la apoptosis presenta una serie de propiedades inmunomoduladoras que reducen la respuesta inflamatoria que tiene lugar después de un infarto. La inyección de células apoptóticas en el tejido infartado se presenta como terapia para reducir estos problemas y mejorar la progresión de los pacientes.
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