Este análisis nos da cuenta de la equivocación que se comete al describir a las personas como poseedoras de una única y cuantificable inteligencia.
Pues el ser humano tiene, por lo menos, ocho inteligencias diferentes. Cada una desarrollada de modo y a un nivel particular.
Ellas son la Inteligencia Musical, Corporal-cinestésica, Lingüística, Lógico-matemática, Espacial, Interpersonal, Intrapersonal y Naturalista.
Pero los programas de enseñanza sólo se basan en las inteligencias lingüística y matemática, dando una mínima importancia a las otras.
Es por ello que para lograr el objetivo de transformar a la escuela tradicional en una de Inteligencias Múltiples, tenemos que partir desde un trabajo en equipo en el que intervengan la escuela (docentes), y el hogar (los padres).
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