El hecho de escuchar la diferencia entre una voz patriarcal y una voz relacional define un cambio de paradigma: un cambio en la concepción del mundo humano. Teorizar la vinculación como un aspecto primordial y fundamental de la vida humana conduce a una nueva psicología que modifica el terreno en el que operan la filosofía y la teoría política. Se establece una distinción decisiva entre una ética femenina y una ética feminista del cuidado. La palabra, la relación, la resistencia y las mujeres adquieren un lugar central, en vez de periférico, en esta reformulación del mundo humano.
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