Pese a que en la Segunda Guerra Mundial la utilización de gases tóxicos y de agresivos químicos quedó vetada por los acuerdos firmados en la Convención de Ginebra, siempre existió la sospecha permanente de que el enemigo emplease agresivos químicos con el fin de obtener éxitos tácticos o estratégicos. La información custodiada en el Archivo General Militar de Ávila demuestra la utilización de tales agresivos, si bien de forma puntual, por los soviéticos y las contramedidas tomadas por la Wehrmacht para hacer frente a este tipo de amenaza. La División Azul recibió información del Estado Mayor del Grupo de Ejércitos Norte, crearía una unidad, adscrita a la Cuarta Sección de Estado Mayor, conocida como Servicio de Tropas Antigás divisionario, la cual formaría profesionales en esta materia y elaboraría protocolos para mitigar un ataque de este tipo. De igual forma, se estudiará el funcionamiento de tal unidad dentro del organigrama sanitario del Grupo de Sanidad y del Grupo de Veterinaria.
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