Cataluña y los Presupuestos han estado a punto de hacer descarrilar la legislatura. Ahora es la joya de la Corona la razón de los desvelos de un Partido Popular demasiado tiempo expuesto a situaciones de crisis. De nada sirve rebajar la tensión del procés, salvar los Presupuestos, subir las pensiones a la base electoral o acordar con el PNV una zancadilla a Ciudadanos si Madrid es una hoguera de las vanidades que amenaza con abrasar a Mariano Rajoy. Porque la dimisión de Cristina Cifuentes ha abierto una nueva batalla por el poder en la región. Y eso es lo mismo que hablar de una batalla por el poder en el PP.
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