Los Estados se han apresurado a anunciar la creación de vastas áreas protegidas en los mares, destinadas a garantizar la supervivencia de su fauna, pero muchas se hallan en aguas donde la pesca y las actividades que dañan el mar son escasas.
Es preciso crear reservas integrales y parciales en las zonas costeras, donde la actividad y la explotación humana es intensa. También se requieren acuerdos internacionales para el mar abierto.
California se ha obligado por ley a seguir los consejos científicos a la hora de proteger las aguas costeras, un ejemplo que deberían seguir otros países. Además, se ha alcanzado el consenso sobre un modelo para las aguas internacionales.
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