Mientras se ultima el proceso de primarias en la Comunidad de Madrid, la supuesta conspiración desvelada por Carolina Bescansa ha terminado de envenenar un ambiente en el que se estaban viviendo las tiranteces habituales en la negociación de una candidatura. Errejón ha puesto tierra de por medio, calificando el documento de Bescansa de “delirante”, e Iglesias ha dado por buenas sus explicaciones. Pero las heridas de Vistalegre II se han reabierto y los partidarios del secretario general vuelven a contemplar a Errejón con profunda desconfianza, a pesar de que se haya conseguido cerrar una candidatura unitaria.
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