Sergio Soza Amigo, Loreto Correa Vera
En este artículo se constata que las zonas extremas de Chile no poseen una estructura que viabilice un modelo de desarrollo homogéneo respecto a las demás regiones, y que dichas diferencias se manifiestan en sus composiciones demográficas y económicas. La hipótesis central de este trabajo es que las regiones extremas del norte y sur-austral son prácticamente invisibles en el contexto económico nacional. Además, se advierte a través de un análisis input-output, que en el desarrollo endógeno de ambas regiones extremas, Arica y Parinacota no es capaz de generar recursos para satisfacer sus propias necesidades de desarrollo, y que Magallanes y Antártica Chilena al menos ha construido su base económica de manera más formal y diversificada
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