Tímidamente, sin excesivo garbo presupuestario, y con ganas de romper una rutina que durante años los ha mantenido arrinconados en el armario de las revistas. Así se están asomando los zapatos a la pequeña pantalla, un tacón sobre el cual apenas se habían encaramado hasta esta misma primavera. Los que se atreven a semejante osadía se llaman Pielsa, Rover y Martinelli. El creciente fervor que el público siente hacia el calzado de tiempo libre y la evidencia de que los jóvenes desdeñan pasear su mirada por la letra impresa, junto a la cada vez más acentuada pasión por las marcas, son los trampolines que han impulsado a ese trío de aventureros a imprimir su huella en la caja de las imágenes.
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