Es la única de su maltrecha formación política que ha conseguido la vara de mando, que le permitirá gobernar en su ciudad natal, Córdoba. Y lo acepta como un reto. Rosa Aguilar, durante años la voz de Anguita en el Congreso, sigue siendo una colaboradora leal, pero no sumisa. Le ha dicho a su líder las cosas claras y algunos intentan utilizarlo en su contra. "Lo llevan claro -avisa-; lo mío con Julio no tiene fisuras".
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