La playa gana por goleada. Los dirigentes políticos y los miembros del Gobierno prefieren mayoritariamente pasar sus vacaciones estivales en las bulliciosas playas del litoral español antes que refugiarse en la sierra o la montaña. Pero, sea cual sea el lugar elegido, lo único que todos desean es desconectar del ajetreo de la vida política y poder practicar sus deportes preferidos. O no hacer nada, que para algunos es la mejor receta para descansar y relajarse al menos durante unos días.
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