Madrid, España
Aunque en ocasiones se ha afirmado que “es bien sabido que la ciencia sostiene que este personaje no existió nunca”, esa es una afirmación rotundamente falsa: la ciencia histórica en su inmensa mayoría no sostiene tal cosa. De cualquier modo, ¿existen argumentos para demostrar científicamente la existencia de Jesús? Hay pocos, pero suficientes. La existencia histórica de Jesús como profeta, proclamador del reino de Dios, maestro de la ley, sanador, exorcista, enemigo de la presencia romana en Israel, etc., no implica que la transmisión histórica de su figura no haya sufrido múltiples idealizaciones y transformaciones. Pero aun así, es mucho más económico, sencillo y plausible aceptar la existencia histórica de Jesús que suponer lo contrario, el mero invento. Esta hipótesis no es nada conforme con la realidad de la tradición tanto textual como fáctica que está ante nuestros ojos. El artículo incluye una ilustración de Sandra Delgado reconstruyendo el pueblo pesquero de Cafarnaún, y un mapa a doble página con los principales lugares visitados por Jesús durante su ministerio además de los yacimientos arqueológicos vinculados con estos.
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