Es complejo describir en pocas páginas las obras de Félix Escrig. Desde las primeras clases que recibí en el curso 87/88 para el título de Arquitecto en la Escuela de Sevilla, como las novedosas propuestas en los cursos de Doctorado que impartía, desplegables, tensegrity, colgadas, modulares... Félix ya las dominaba y enseñaba; solo necesitaba encargos para desarrollar sus ideas.
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