Elena Gómez Castro, directora general de Política de Defensa, explica por qué ahora la Unión Europea ha decidido tomarse la defensa en serio y cuál será la participación española.
España vive entre contradicciones. Una de ellas es el hecho de que las fuerzas armadas aparezcan entre las instituciones más valoradas por los ciudadanos y, al mismo tiempo, la sociedad se declare pacifista y antimilitarista. Para Elena Gómez Castro, directora general de Política de Defensa en el ministerio de Defensa, no hay contradicción, sino conciencia de los españoles sobre el valor de la seguridad. En el escenario internacional actual, ni España ni Europa pueden delegar en otros por más tiempo el grueso de su seguridad y defensa. El aumento del gasto en defensa anunciado por el gobierno español y la puesta en marcha de la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO, en inglés) en el seno de la Unión Europea hay que entenderlos en el contexto de un vecindario europeo crecientemente inestable y la cada vez más evidente retirada global de Estados Unidos. Gómez Castro sitúa por encima de estos factores la nueva ambición internacional de la UE. La calma de esta diplomática española marca la entrevista mantenida a principios de febrero.
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