La intervención profesional, desde los aportes de Max Weber, se considera como la acción con sentido subjetivo asignado por el actor, en este caso: el trabajador o la trabajadora social, a partir del cual se configuran los fines a lograr, las metas y la intencionalidad a alcanzar. A partir de allí se entienden las consideraciones de orden ético y político del trabajador o la trabajadora social, que están mediadas por las matrices teóricas o paradigmas que él o ella asume en la vida cotidiana. Explorar estos aspectos y plantear algunos temas de discusión, sin llegar a hacer una exegesis conclusiva, son los propósitos de este artículo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados