La comedia “El pintor de su deshonra”de Calderón así como el auto sacramental que lleva el mismo título exponen aspectos centrales del debate en torno a la pintura en el que participó Calderón y en el cual pugnaba por la nobleza y la exención fiscal de la pintura. El presente estudio sostiene la presunción de una relación alegórica, o concretamente figurativa entre ambas obras. Por lo tanto, se trata de una relación a la vez complementaria y antitética. El motivo de ›pintar con sangre‹ se remite en el drama al ritual sangriento de vengar su honra, mientras que en la perspectiva religiosa del autose refiere al supremo sacrificio y plantea la remisión como alternativa cristiana al modelo del honor. De este modo, la justicia humana es sustituida por la misericordia y la caridad de Dios. Con la correlación tipológica entre ambas obras, Calderón concede posteriormente una índole religiosa al drama de honor, lo que puede interpretarse no solo como una apología de la pintura sino también como una defensa de la legitimidad moral de la comedia.
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