Basándose en la Teoría de Sistemas este trabajo defiende que una crisis es una alteración grave de un sistema, tal que amenace su función y persistencia. Los sistemas sociales sufren crisis reiteradamente porque su capacidad de reestructuración es ligeramente menor al ritmo con que se producen los cambios en el entorno e interior del sistema. Esto se debe a que las sociedades son sistemas atípicos donde la función del conjunto se ejerce en beneficio de las partes y no del sistema en su totalidad, lo que lentifica a largo plazo la capacidad de adaptación de los sistemas sociales y hace de la crisis el único remedio a estos defectos congénitos de los mismos.
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