Se estudia en 300 ojos tratados con betametasona localmente el comportamiento de la presión ocular y de la excavación fisiológica de la papila. En función de estos resultados se establece el riesgo de originarse un glaucoma cortisónico, según el tamaño de dicha excavación, y las precauciones que habrá que adoptar, que serán prácticamente nulas para excavaciones inferior a 0, 1, habrá que ir aumentándolas para excavaciones comprendidas entre 0, 1 y 0, 66, cifra a partir de la cual los corticosteroides locales deben ser desaconsejados. Asimismo con esta prueba se pueden prever las posibilidades que tiene un sujeto de padecer un glaucoma en el futuro.
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