Este trabajo supone una toma de posición en la polémica, actualmente no decidida, entre la conveniencia de utilizar procedimientos extra o intraesclerales para producir indentación. Nuestra casuística no permite una comparación entre las ventajas e inconvenientes de ambos procedimientos, ya que no disponemos del número suficiente de casos operados por medio de técnicas intraesclerales. Hemos seleccionado, por tanto, de nuestra casuística aquellos pacientes intervenidos mediante la técnica de compresión escleral ab externo [indentación circunscrita tipo Custodis (3, 4) asociada a un cerclaje tipo Arruga (1, 2)]. Los datos extraídos han sido sometidos a un análisis estadístico, con lo cual los resultados creemos que adquieren unos niveles de certeza y credibilidad que superan los derivados de la simple «impresión clínica».
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