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Utilización de rocas ornamentales en Costa Rica desde tiempos precolombinos hasta el siglo XX

  • Autores: Guillermo E. Alvarado, Guaria Cárdenes, Fernando Alvarado, Jerry Murillo, Michelle Arias
  • Localización: Revista geológica de América Central, ISSN 0256-7024, Nº. 26, 2002, págs. 39-51
  • Idioma: español
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  • Resumen
    • español

      Las rocas ornamentales y para la construcción se han utilizado en Costa Rica desde al menos hace 4000 años. Las rocas ígneas (principalmente lavas), los aluviones y en menor grado las rocas sedimentarias, las intrusivas y las metamórficas de bajo grado (cornubianitas) incluyendo rocas hidrotermalizadas, se utilizaron en monumentos, enchapes, sitios habitacionales, tumbas, caminos, escultura, así como objetos de uso doméstico (hachas, metates, mesas, etc.). Los denominados jades precolombinos son en realidad rocas verdes de diversos tipos, tanto foráneos (jadeitas, nefritas y serpentinitas de Guatemala y México) como de origen local (areniscas y calcedonias, entre otras). Previo a la prohibición de su venta, los utensilios precolombinos fueron utilizados y comercializados como ornamento de jardines e interiores. Durante la Conquista y la Colonia, Costa Rica era un territorio pobre con escasa mano de obra indígena, lo cual no permitió el desarrollo de una arquitectura elaborada, dentro de la cual se utilizaron las rocas como elemento constructivo. A finales del siglo XIX y hasta mediados del XX, las principales obras arquitectónicas del Valle Central (monumentos, edificios, iglesias, calles y aceras) se construyeron principalmente con lavas de los volcanes Barva e Irazú, ignimbritas del Río Grande, seguido de calizas (Barra Honda, El Viejo-Península de Santa Elena, Turrialba y San Miguel de Patarrá) y de mármoles importados de Carrara (Italia). Los mármoles y los travertinos han estado igualmente difundidos en la industria funeraria. El uso de rocas ornamentales en construcciones habitacionales está circunscrito principal-mente a enchape de muros y fachadas, aceras y jardines, estando representadas predominantemente por escorias rojizas (procedentes de Sabana Redonda de Poás), los cantos rodados de ríos, lavas (lajas y lavas vesiculares dela Cordillera Central) y el molejón (areniscas cuarcíferas). Otras rocas ornamentales utilizadas en diversas obras(granitos, gabros, serpentinas, etc.), son de uso limitado y de procedencia foránea, por lo que su costo es elevado. Un cambio en la economía y en la sociedad a partir de la década de los ochentas del siglo XX, se tradujo en una construcción más abierta, dinámica y ligera, lo que implicó un menor uso de rocas ornamentales, no solo en edificios, sino en un nuevo tipo de cementerios: los camposantos. Sin embargo, Costa Rica posee un potencial que no ha sido evaluado adecuadamente en lo que corresponde al uso de rocas ornamentales nativas, tierra virgen para futuras investigaciones específicas.

    • English

      Rocks, as dimension stone and for construction, have been used in Costa Rica at least since the last 4000 years. Igneous rocks (mainly lavas), alluvion and with less importance sedimentary rocks, intrusive and low grade metamorphic rocks (including hydrothermally altered rocks), were used for monuments (facings), construction of housing, and religious, sculpture and domestic objects (axes, metates, tables, etc.). The so called pre-Columbian jades are green rocks of diverse types, including foreign (jadeites and nephrites from Guatemala and Mexico) as well as local rocks (sandstone and chalcedony, among others). During the conquest and colony, Costa Rica was a poor nation with scarce hand labor dedicated to basic priorities, so the use of ornamental rocks was very restricted. At the end of the XIX century and up to the first half of the XX’th, the main architectonic works at the Central Valley (monuments, buildings, churches, streets and sidewalks) were constructed mainly with lavas from Barva and Irazú volcanoes, Río Grande ignimbrites, followed by limestone (Barra Honda, El Viejo-Península de Santa Elena, Turrialba, San Miguel de Patarrá) and from imported marble from Carrara (Italy). Marbles and travertines have been equally spread in the funerary industry. The use of dimension stones in housing are mainly circumscribed to facing of walls and facades, sidewalks and gardens, represented by reddish scoria from Sabana Redonda de Poás, pebbles of rivers, lavas from the Central Volcanic Range, and the “molejon” (orthoquarzite). Other dimension stones used in diverse works (granites, gabros, serpentinites, etc.) are of limited use and of foreign origin, so the cost is high. A change in the economy and culture starting at the 80’s decade of the XX century, brought a more open, dynamic and light construction, implying a lower use of dimension stones, not only in buildings, but in the cementeries as well (the new Holly Fields). However, Costa Rica has a potential not well evaluated on respect of the use of native dimension stones, virgin land for future specific researches.


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