La conducta alimentaria se instaura en la infancia, donde el entorno familiar contribuye al modo de alimentarse, siendo la madre la principal responsable en trasmitir estas conductas a sus hijos, instaurándose las preferencias y rechazos a determinados alimento, creándose en este periodo patrones de alimentación que pueden desencadenar un trastorno de la conducta alimentaria durante la adolescencia. El objetivo de este trabajo ha sido analizar si la alimentación familiar influye en el desarrollo y mantenimiento de los trastornos de la conducta alimentaria. Para evaluar el efecto de la alimentación familiar en dicho trastornos, se realizó una revisión de diferentes artículos sobre el tema, obteniéndose varios resultados, observándose que la opinión de los familiares directos en la alimentación saludable, peso corporal y aspecto físico jugaba un papel importante en la aparición de los trastornos de la conducta alimentaria. En contraposición, el hecho de comer en familia disminuía el uso de purgas, atracones y la realización de conductas no saludables. Finalmente se concluyó que tanto el entorno familiar como social influyen en la aparición y mantenimiento de estos trastornos.
Eating behavior is developed during the childhood, a period in which the family environment contributes to the eating style, the mother being who has primary responsibility to transmit these behaviors to their children, establishing preferences and dislikes for certain foods and creating some eating patterns that could trigger an eating disorder behavior during the adolescence. The aim of this study was to analyze whether the family diet influences the development and maintenance of disordered eating behaviors. In order to evaluate the effect of familial eating habits on those disorders, a review of different articles on the subject was made having observed several results, which show that the opinion of the family about healthy eating, body weight and physical appearance plays an important role in the development of disordered eating behaviors. In contrast, the fact to participate in the family meals decreased the use of purging, binge eating and unhealthy behaviors. Finally, it was concluded that the family and social environment will influence the development and maintenance of these disorders.
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