La economía mexicana en los últimos años ha vivido una constante evolución respecto a los alcances de las instituciones financieras en su área de competencia, con el surgimiento de entes con grandes capitales, también genera mayores inversiones, los órganos reguladores deben ser transparentes en la aplicación de la ley para un mejor funcionamiento, por ello las finanzas públicas son el eje fundamental por el cual el Estado maneja los fondos públicos para solventar las necesidades esenciales de la población a través de la recaudación de impuestos. La reforma financiera tiene como objetivo principal detonar el crédito competitivo, en nuestro país el sistema financiero necesita desarrollarse como un modelo en constante crecimiento para favorecer al sector social. Se deben generar condiciones para tener políticas eficientes y eficaces, no solo en materia recaudatoria, sino que administrativamente las políticas de planeación y control dentro del Estado con el objetivo de fortalecer las finanzas populares para lograr un equilibrio económico. Es por ello que se debe favorecer a las pequeñas y medianas empresas, adecuando las políticas de tributación a los ingresos de los contribuyentes, para que la reforma financiera sea “integral” es necesario tener mejor informados a los ciudadanos sobre sus alcances, además las instituciones como el Servicio de Administración Tributaria deben adaptarse a las circunstancias sociales y económicas de la población. La Competitividad de un país se mide a través del estado de bienestar de la ciudadanía, con la calidad de las políticas públicas y la eficiencia de los servicios públicos, donde la generación de empleos y la apertura de inversión.
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