Es importante distinguir entre el propio envejecimiento cutáneo intrínseco o fisiológico, cuyos factores desencadenantes son: la determinación genética, las alteraciones celulares, nucleares, mitocondriales, enzimáticas etc. y el extrínseco o actínico determinado por factores nutricionales, hormonales (menopausia) tóxicos y climáticos (radiaciones UV). En ambos casos las consecuencias son las mismas: alteraciones de las estructuras y de las funciones de la piel.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados