El páramo brasileño fue responsable, por mucho tiempo, por el abastecimiento de carne para alimentación, y de bueyes para la tracción en la molienda de caña de azúcar, y posee construcciones características de la arquitectura rural de los períodos colonial, imperial y republicano, abarcando casas de la estancia, las casas de producción de harina y los dispositivos de producción de raspadura y azúcar, anticuados de siglos XVIII, XIX y XX. Esa actividad económica estableció una arquitectura austera y muy simplificada, pero eso no disminuye su importancia para el patrimonio construido brasileño. Con la excepción de la �Casa de la torre� (Bahia - Brasil), no hay vestigios de las instalaciones construidas en el siglo XVI con el propósito de recibir una estancia para creación de bovinos. En el siglo XVII, la ganadería estaba en franca expansión, pero ese entusiasmo no fue expresado de la misma manera en la arquitectura.
Los vestigios de construcciones de este tiempo son raros. Ese hecho se debe a la fragilidad de los materiales y las rusticidades de las técnicas con que las construcciones fueron levantadas. Conforme documentación de los inventarios de la época las casas eran de taipa de mão y muy simple. Ya el siglo XIX llegó un número significativo de casas de estancias. Los ladrillos fueran utilizados con frecuencia, qué garantizó mayor durabilidad a las construcciones. Esas casas fueran implantadas generalmente en altos, vueltas para el este, qué lograran una comodidad termal mejor. En la medida adonde va se adentrando el páramo las casas tienden sufrir una simplificación mayor. Sin embargo, son ejemplares de un tipo de economía - La ganadería y algodonera -responsable del internalización de las fronteras del noreste de Brasil.
En este contexto, destacamos el Seridó - microrregión del Rio Grande do Norte, caracterizado para una vegetación del caatinga y la tierra muy erosionada que tuvo el régimen de la escasez y de desigual distribución de la lluvia. La ocupación fue iniciada en el siglo XVII y habitan hoy la región cerca de 300 mil personas, de quienes 42% vive en áreas rurales. La ganadería fue la actividad que ha conducido las familias para el páramo de Rio Grande do Norte y la cultura del algodón, que si presentó más adelante como actividad rentable, fue el ampliador y fortalecedor para fixacción de la población en el Seridó. Las estancias existentes en la región consisten en unidades de gran importancia para el patrimonio arquitectónico de Brasil. Aunque estuvieron construidas con formas modestas, sus construcciones habían sido basadas en el conocimiento vernáculo. Este acervo, fundamental para la identidad de la región del Rio Grande do Norte viene sufriendo desfalque. En este contexto, este artículo tiene como objetivo contribuir para divulgación del patrimonio construido rural del Seridó-RN.
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