Madrid, España
Durante los últimos años de la dictadura del general Francisco Franco, el período conocido como tardofranquismo, las corrientes políticas que actuaban en el seno del régimen se plantearon la inminencia del fallecimiento del anciano militar. Ante la necesidad de preparar estrategias que facilitaran la continuidad del sistema, estos sectores –las “familias políticas”– se disolvieron al reagruparse sus miembros en tres opciones con distintas visiones sobre el futuro del Movimiento Nacional, la organización oficial que poseía el monopolio de la acción política legal, y sobre el carácter de la futura Monarquía. Inmovilistas, aperturistas y reformistas cruzaron acuerdos y disensos sobre el futuro. Y en el momento de la muerte de Franco no estaban en condiciones de articular una vía común de continuidad, ni parecían en condiciones de alcanzar un rápido pacto con la oposición democrática sobe el modelo de transición postfranquista.
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