A través de 1.200 obras, documentos, objetos, una exposición cronológica de la fotografía publicitaria, un taller de educación para el consumo, donde los niños se acercan a los códigos de la comunicación publicitaria mediante la propia experimentación de sus técnicas y un ciclo de conferencias y debates, el centro Georges Pompidou se ha convertido en lugar de visita obligada para todos aquellos que de alguna manera se desenvuelven en el terreno de tan particular sistema de comunicación. Del 1 de noviembre al 25 de febrero de 1991 París es la capital europea de la publicidad, donde se cuenta la historia de un matrimonio heteróclito e irreverente por el que pocos apostaban. Ahora, después de cien años de convivencia, parece como si "Art et Publicité" hubieran decidido revivir su luna de miel junto a Toulouse-Lautrec, Depero, Magritte y tantos otros vástagos que no hacen más que confirmar la relevancia de un binomio en el que se refleja el modus vivendi del siglo xx.
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