Luxación crónica mandibular: la forma de larga evolución

• Mariano Marqués-Mateo ^[1] ; Miguel Puche-Torres ^[1] ; Maria-Eugenia Iglesias-Gimilio ^[2]
  1. [1] Universitat de València

     Universitat de València

     Valencia, España

     
  2. [2] Hospital Clínico de Valencia,servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial,
• Localización: Medicina oral, patología oral y cirugía bucal. Ed. española, ISSN 1698-4447, Vol. 22, Nº. 4 (Septiembre), 2017, págs. 216-222
• Idioma: español
• Títulos paralelos:
  • Temporomandibular chronic dislocation: the long-standing condition.
• Texto completo no disponible (Saber más ...)
• Resumen

  • Introducción: La luxación crónica mandibular puede ser clasificada en tres grupos: aguda, habitual o recurrente, y de larga evolución. La luxación mandibular de larga evolución o prolongada en el tiempo es una forma de luxación que persiste más de un mes sin reducción. Hay una amplia variedad de métodos para su tratamiento, desde los no quirúrgicos o conservadores, a los quirúrgicos como el abordaje indirecto (abordaje quirúrgico conservador) y el abordaje directo a la articulación (cirugía abierta de la misma). En casos sin éxito se pueden intentar procedimientos adicionales como la cirugía ortognática para corregir la maloclusión o el recambio articular mediante prótesis.

    Material y Métodos: Presentamos 4 nuevos casos con una luxación mínima de 6 semanas vistos en el Servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital Clínico de Valencia (España) durante los años 1995 a 2015, con una edad media de 57,5 años.

    La mayoría fueron bilaterales, y ocurrió preferentemente en mujeres. Además hicimos una revisión de la literatura.

    Resultados: Todos los casos fueron tratados con éxito y la mitad de ellos requirió cirugía abierta de la articulación.

    Conclusiones: El estudio confirma la dificultad del tratamiento y reafirma la necesidad de tener presente la amplia variedad de métodos disponibles en el tratamiento de esta patología. Remarcamos las dificultades asociadas al tratamiento y sugerimos unas nuevas guías de actuación. La mejor opción sigue siendo no retrasar el diagnóstico y seleccionar el adecuado tratamiento de inicio.