En nuestros veintiséis años de práctica en la especialidad de ortopedia y traumatología hemos podido recoger la experiencia de la concurrencia a consulta externa de la especialidad de un número elevadísimo de pacientes que solicitan nuestra atención, aquejados de un cuadro doloroso osteomioarticular que no tiene ningún antecedente traumático, que generalmente afecta a más de una articulación y que, simultáneamente en otras ocasiones, también se acompaña de dolores musculares; un elevado número de estos pacientes cuando llega a nosotros no presenta aumento de volumen de ninguna articulación, por lo menos de forma evidente, aunque no es infrecuente que sí exista este aumento de volumen, al menos en la articulación o articulaciones en que el dolor es más intenso, acompañado también de algún grado mayor o menor de discapacidad funcional, lo que está en relación con el mayor grado de agudeza en que se encuentra el proceso; aunque este cuadro doloroso es referido a cualquier articulación, son las articulaciones que soportan carga de peso las que con más frecuencia son sitio de referencia de estos síntomas; no por eso dejamos de señalar que otras articulaciones, como codos, muñecas, etc. También son localizaciones de este cuadro doloroso.
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