Desde su nacimiento en el siglo XIX, la antropología y la etnología estuvieron inextricablemente unidas a la exploración de la diversidad religiosa. Ello ha sido posible, entre otras cosas, gracias a la adopción de definiciones de los religioso especialmente flexibles pensadas para aceptar como "religiosas" creencias y conductas eventualmente insólitas. El objetivo de este artículo es dar cuenta del desarrollo, implicaciones, hegemonía y crítica de tales definiciones sustantivas que se han generalizado con éxito hasta hoy en día. En segundo lugar, se abordan los argumentos que supusieron la crisis de las definiciones clásicas y la emergencia del estilo definicional ostensivo que ha caracterizado buena parte de la etnografía del siglo XX y principios del XXI, panorama en el que la antropología social de la religión se maneja hoy en día.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados