El concepto de corrupción está más cerca de los fines y medios colectivos de un país, en tanto la violación de los derechos y deberes de los ciudadanos en todos los regímenes, ya sea democrático, socialista o cualquier otro sistema político; la corrupción más que la alteración de las leyes jurídicas por medio de una acción individual o colectiva, conforma uno de los atentados contra la humanidad como tal y contra el fin último de todo ser inmerso en una sociedad, en otras palabras, la corrupción no sólo es un problema jurídico sino, quizá con mayor importancia, es un problema ético.
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