El reconocimiento facial se ha puesto de moda en las últimas semanas por el mileurista iPhone X, aunque la inteligencia artificial lleva años trabajando en este campo. Pero quién quiere que le reconozcan la cara cuando lo que mola es ponerse caretas, usar máscaras y camuflar o mejorar lo que somos ante nuestra adorada cámara frontal y nuestros 'followers'. En esto de animar nuestro rostro fueron pioneros los de Snapchat, creando una tendencia imparable en el resto de redes sociales y dando pie a toda una amalgama de nuevas apps que ofrecen estos filtros guays para las selfies. Algunas nuevas y otras que ofrecían sólo filtros y retoques pero que pensaron que lo mejor era actualizarse o morir. Estos filtros son, además, un filón para las marcas y generadores de contenido, que ven en ellos una forma divertida de promocionarse. ¿No os llegó este verano alguna foto de algún fan de Juego de Tronos con el rostro de un Caminante Blanco?
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