Roberto Atala Castellanos, Roberto Alvarez Domínguez, José J. Pascual García
Habitualmente se piensa que una úlcera de decúbito sólo debe aparecer en enfermos con trastornos tróficos muy intensos; sería perfectamente comprensible esta situación en las afecciones del sistema nervioso, tanto central como periférico, que afecten la información centrípeta, o que el enfermo tenga trastornada su conciencia, lo que impida su automovilización en el lecho o en su silla de ruedas; pero esto no siempre es así. ¿Por qué un paciente con fractura de cadera presenta úlceras de decúbito?, pues en este enfermo no tienen por qué coincidir lesiones del sistema nervioso; sin embargo, no es infrecuente que encontremos esta situación cuya solución resulta muy difícil, a veces imposible, y el paciente fallece poco tiempo después.
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