Los nuevos ideales de la monarquía de los Austrias se encarnaron en el pasado clásico a fin de legitimar la procedencia del nuevo imperio. Éste incluía tanto a antiguos césares así como a dioses mitológicos que quedarían plasmados en estatuas, bustos y fuentes que desde el siglo XVI en adelante se trasladarían continuamente, ya fuese dentro del propio jardín, movíéndose a otros ol legando incluso a desaparecer completamente al cabo de los siglos.
En septiembre de 2013, con motivo de la realización de los proyectos de recuperación paisajística de los jardines propiedad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), se identificó en una de sus sedes una escultura de un Hércules apoyado en su maza cubierta con la piel del león de Nemea. Este artículo relata las vicisitudes sufridas por esta estatua, así como los acontecimientos históricos de los que fue testigo.
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