“Con mucha mano izquierda”. Así es como se ha planteado Pedro Sánchez la toma de control de una de las federaciones más divididas y convulsas del PSOE, la de Madrid. Para lograrlo, el líder socialista, huyendo de tentaciones más jóvenes y rupturistas, ha recurrido a una figura curtida y discreta como es la de José Manuel Franco, un hombre de aparato que, aunque no suscita grandes entusiasmos, tampoco ha generado rechazos. Antes al contrario. De cara a las primarias del 30 de septiembre parte como claro favorito sobre sus cuatro rivales, con el apoyo pleno de sanchistas y de muchos susanistas.
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