Europa entera tiene fijada su atención en los comicios federales de los que saldrá el nuevo Gobierno de la República Federal alemana el próximo 24 de septiembre. Poco a poco, las expectativos acerca de un posible cambio de signo político en la nación más poderosa del continente se han ido diluyendo, a medida que las encuestas van mostrando una clara recuperación de los conservadores de la CDU y de su candidata, la ‘eterna’ Angela Merkel, cuando, a comienzos de año parecía que los socialdemócratas podrían dar un giro a la situación. También parece confirmarse el ascenso de la ultraderecha y la consolidación del ‘Podemos alemán’ Die Linke (La Izquierda). La incertidumbre reside en que, a fecha de hoy, casi la mitad de los electores confiesa no tener decidido el sentido de su papeleta.
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