Sobre la necesidad de una revisión a las disposiciones vigentes para leches y derivados

• Autores: Jaime Castro H.
• Localización: Revista de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia, ISSN-e 2357-3813, ISSN 0120-2952, Vol. 13, Nº. 87, 1944, págs. 101-183
• Idioma: español
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• Resumen

  • Uno de los problemas que ha merecido especial atención por parte de aquellos países que figuran a la vanguardia en el concurso económico mundial, es el referente al control e incremento de la producción en materia de leches y derivados.En Colombia, aunque muchos intentos se hicieron con anterioridad, solo en 1939 y por obra del doctor Jorge Bejarano, medico Insigne y Paladin de la higiene en nuestro país, se logró la aprobación por parte del H. Concejo Municipal de Bogotá del Acuerdo N° 17, de noviembre 21 de 1939.En el Acuerdo en referencia se ordenabala incorporación en el presupuesto de 1940 de la suma de diez mil pesos ($ 10.000.00) m /c ., con los cuales la Alcaldía de Bogotá, por conducto de la Dirección Municipal de Higiene, procedió a la adquisición en los Estados Unidos de América de numerosos elementos para análisis de leches y derivados.Ellos sirvieron de base al suscrito para la fundación, en noviembre del mismo año, del moderno laboratorio de leches de la ciudad capital.Ante la falta de observaciones concretas en tan importante materia, aplicables a nuestro medio, no vacile en iniciar un reconocimiento que sirviera de orientación a aquellas personas vivamente interesadas por una mejor alimentación del pueblo colombiano.Fruto de él es el presente trabajo en el cual contemplo muy someramente los puntos fundamentales sobre los cuales estriba, en mi concepto, el problema de las leches en nuestro país y en especial en Bogotá.Consta de diez capítulos, a saber: 1°— Composición química de la leche.2°—La leche como alimento.3°—Índices de consumo.4°—Bacteriología de la leche.5°—De los fraudes.6°—Crítica a las disposiciones vigentes.7°— Conclusiones.8°—Resolución N9 154 de 1933.9°—Acuerdo N° 17 de 1939.10°—Decreto N° 151 de 1940. Corresponde, en consecuencia, a mis distinguidos colegas analizar mis apreciaciones y en caso de encontrarlas de utilidad, aunar voluntades en orden a ponerlas en práctica, ofreciendo para ello y por anticipado mi modesta colaboración.