Desde hace algunos años se ha manifestado en las haciendas de algunos departamentos del occidente colombiano, una grave enfermedad de los terneros, la cual ha ido adquiriendo paulatinamente caracteres excepcionales de difusión y mortalidad, lo que permite considerarla como una de las enfermedades más graves que puedan afectar la ganadería de aquellas regiones.Las investigaciones que hemos llevado a cabo, permiten señalar como dato interesante, el estudio llevado a cabo por Giovine y Arenas de una enzootia que se presentó en las haciendas vecinas a Manizales (Caldas) en 1927. Del archivo oficial que poseemos en la Escuela, leemos en un informe, rendido por Giovine en 1929 al Ministerio de Industrias que la enfermedad era determinada por un germen paratífico, contra la cual se aplicaron vacunas preparadas por Giovine, en el Laboratorio de Enfermedades Infecciosas de la Escuela. J Desde 1929, Virviescas, en el Valle del Cauca, vino estudiando una enfermedad de los terneros que los ganaderos 3e ese departamento denominaron “Peste Boba” por cuanto, el síntoma más notorio que presentan los animales enfermos consiste en un decaimiento pronunciado que fuerza al animal a un estado de quietud y depresión muy grandes. Según Virviescas, la enfermedad comenzó a presentarse en las haciendas limítrofes con el departamento de Caldas, se extendió al centro del Valle y llego hasta invadir el Departamento del Cauca. Virviescas acometió el estudio de la enfermedad y llego a comprobar que la vacunoterapia autógena con el microrganismo causante daba muy buenos resultados en la profilaxia. Tal es la conclusión a que, llega en un estudio publicado en enero de 1931, y que vio la luz en las páginas de esta Revista.
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