Poca es la atención que, ha recibido tan interesante tema en el estudio de la patología veterinaria. La enseñanza clásica que considera las causas de las enfermedades infecciosas como causas primarias específicas y causas secundarias no específicas, dando a las primeras la interpretación unicista etiológica y considerando entre las segundas los varios gérmenes que pueden encontrarse asociados, relega estas causas secundarias a un plano de inferioridad en que su papel patológico es considerado casi nulo o de muy poca importancia. El descubrimiento de ciertos virus en enfermedades atribuidas erróneamente a bacterias, que posteriormente se confirmó casi siempre los acompañan, contribuyó a disminuir grandemente el significado patológico de los microorganismos de asociación.
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