El estudio de las piroplasmosis bovinas en nuestro país fue iniciado por Lleras Acosta (1) en su tesis sobre piroplasmosisbovina en 1908, que identificó esta enfermedad con la fiebre de Texas y atribuyó su etiología al mismo agente de ésta, el Piroplasma bigémínum. Posteriormente Rodríguez Rosas (2) hizo el estudio de la anaplasrriosis bovina y del Anaplasma margínale en 1929 y Velásquez (3) en 1931 señaló la presencia en ganados de la Sabana de Bogotá, de la babesiella argentina.
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